Testimonio: experiencia de Carlos Peralta en Ámsterdam

FUENTE: TIEMPO UNIVERSITARIO

Experiencia de Carlos Peralta en Ámsterdam

Este colombiano ha recopilado sus impresiones en el International
Student Network Amsterdam y en su blog 'No Comunicado'.

Signos, códigos y señales. Es esto lo que, según Carlos, hay que
descifrar para estar en la "ciudad laberinto". Cada estación, nombres
de calles y direcciones; cada palabra que al final se convierte en
inglés, los gestos de un holandés y propuestas inesperadas, es lo que
se configura al estar unos meses en la capital holandesa.

Esta es la combinación de factores que hacen de Ámsterdam un lugar
bastante particular para vivir. Como parte del Hollocore (amplia
región que une a Ámsterdam, Bruselas y el Valle Ruhr), existen varias
zonas ligadas por cortas distancias y con una gran infraestructura.

En ellas, las características que más llaman la atención: ciudades de
más de 1 millón de habitantes, una indudable capacidad de progreso y
perspectivas de política liberal puestas en práctica.

Holanda es uno de los países con mayores ofertas en programas
universitarios en inglés, para estudiantes internacionales, en el
mundo. Cuenta con una diversidad de opciones en el área educativa,
desde Ingeniería Aeroespacial hasta Maestrías en Ciencias y
Humanidades y Ciencias Sociales.

Las universidades son descentralizadas y la vida académica está bajo
la responsabilidad del estudiante. Medios como Internet de alta
velocidad, bibliotecas, contacto con los académicos, conferencias y
seminarios son de fácil acceso, precisamente para enfatizar el
compromiso del propio alumno y una conciencia de aprendizaje.

Por tener más inclinación hacia un pensamiento liberal, no es raro
verse inmerso en una mentalidad donde la eutanasia es practicada,
matrimonios gays son aceptados, donde existe una regulación sobre la
prostitución y las drogas son clasificadas y sin exagerada prohibición.

Ámsterdam es, entonces, una ciudad para aquellos estudiantes con
concepción más abierta, cuyo objetivo, además de ilustrarse, sea
aprender sobre la vida en estas circunstancias. Con esto, no se trata
de cambiar las reglas de nuestro país, sino de abrir la mente para
llegar a él con nuevas perspectivas.

Pequeñeces como el uso de bicicleta como herramienta fundamental, la
costumbre de pedalear para ir a la esquina o a más de 3 Km. y el
pedaleo con la lengua, se vuelven parte de la experiencia como alumnos
de intercambio.

Pues estos inconfundibles originarios europeos, rubios y ojiazules, ya
se acostumbraron a lidiar con estudiantes extranjeros que van a su
ciudad para desafiar el destino.

Sólo bastan unas pocas palabras (o preguntas para no perderse en ese
laberinto) para que los holandeses noten el marcado acento y respondan
en inglés con una buena cara. La sonrisa, aunque parezca mentira,
nunca les falta!

Es como Carlos le dice a quien visite esta ciudad: "tendrás la
oportunidad de intercambiar opiniones y compartir pensamientos con
innumerables personas de contextos e intereses extremamente diferentes.

En ese intercambio verás aparecer lentamente nuevos puntos de vista y
sentirás tu transformación intelectual, debido a la experiencia y a la
búsqueda de ti mismo desde el otro lado del espejo. Todo porque estás
aprendiendo".

Por Clara Reyes
Brasil